martes, 8 de julio de 2008

Que mi voz no se quede sin grito
Que mi grito no se quede sin oído
Que mi mente no haga caso omiso del grito
Que los gritos se multipliquen como el eco
Que el eco se convierta en consigna
Que la consigna sea liberación.

2 comentarios:

Mora dijo...

NOE, ME ENCANTÓ LO QUE ESCRIBISTE, ES MUY DULCE Y TIRNO, REFLEJA UNA GRAN ESPIRITUALIDAD QUE A VECES OCULTÁS DETRAS DE ESA CORAZA ARAGONESA QUE TE CARACTERIZA.

CADA CUENTO, ELEVA AL HUMILDE MORTAL, Y LO DEPOSITA, LIVIANO EN UNA NUBECITA SUAVE Y CÓMODA.

ME ENCANTARONNNN!!!!!!!!!!!!!

Gabita dijo...

pocas palabras para mucho significado.
Salud!